El siguiente es el comunicado transmitido a la opinión pública con ocasión de los desmanes a que se han visto sometidos en los últimos dias los indígenas del cauca por manifestar sus descontentos ante su situación social. Aquí el comunicado de esta edil de Bogotá, publicado en la tarde del 15 de octubre del presente:
Ante los hechos que se están presentando en el departamento del Cauca, donde la movilización indígena iniciada el pasado 12 de octubre ha sido brutalmente reprimida por la fuerza pública, manifiesto públicamente mi solidaridad con la protesta legítima de los hermanos indígenas del Cauca.
Informo a la opinión pública que los hermanos indígenas han salido a caminar la palabra de rechazo a los “Tratados de Libre Comercio”, que amenazan con profundizar el despojo los derechos, culturas, saberes y territorios indígenas; la palabra de rechazo a las leyes y reformas como el Estatuto Rural o el Código de Minas que son avanzadas en ese camino de despojo. Han salido a caminar la palabra de indignación ante el terror que infesta los territorios indígenas y los siembran de muerte y desplazamiento, a la sombra de la política de seguridad democrática. Exigen el cumplimiento de normas, acuerdos y convenios que se ignoran o no se cumplen a cabalidad como los acuerdos por la Masacre de El Nilo de Diciembre de 1991, la Ley 21 de 1991 o la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas debe convertirse en Ley y ser acatada.
Repudio la violencia física de las fuerzas armadas del Estado empleadas en esta protesta civil y la violencia simbólica de los medios de comunicación gobiernista, así como de quienes los usan desde posiciones de poder del Estado. Echando mano de los actos violentos a los que han acudido unos cuantos indígenas – que no dudo en rechazar - pero que son previsibles en manifestaciones masivas. Rechazo todas las expresiones y actores de la violencia.
Tanto a través de la violencia física como de la violencia simbólica unos y otros (fuerzas armadas y medios de comunicación) reprimen e invisiblizan el profundo sentido multitudinario y milenario de la movilización indígena, que llama la atención sobre un país que aún o ha aprendido a respetar y valorar el ser indígena en el rumbo hacia una América de sus pueblos.
Soplan vientos de esperanza en Seynekun Umunukunu (América) y los hermanos indígenas del Cauca están haciendo un llamado al pueblo colombiano para que encontremos nuestro propio camino, sumándonos a los logros del resto de los pueblos de América, donde negros e indígenas a la par con los mestizos están construyendo poderes alternativos al oprobioso colonialismo que aún persiste en el establecimiento de países como el nuestro.