El lunes llegan y van las diferentes visitas que hacen entre familias indígenas y se congregan también en la casa del cabildo.
El martes de carnaval se reúne un mayor número de indígenas que marchan por las calles de Mocoa y llegan hasta la iglesia central. Luego, la multitud se desplaza hacia diferentes instituciones de la ciudad, danzando, cantando, ejecutando instrumentos de percusión y de viento, tomando chicha y moviendo los collares de cascabeles y semillas. A su paso, los habitantes curiosean y hacen fotos con sus celulares que comparten en la internet.
El castillo preparado para el ritual que despide el carnaval en el barrio José Homero de Mocoa se ensaya antes que nada. Luego de ello, todo está listo para darle la despedida al tiempo viejo y recibir el nuevo, agradeciendo la abundancia y la fertilidad de la madre tierra.
(Fotos y textos: James Parra Monsalve)
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